jueves, 6 de octubre de 2011

Petis y paros

El pasado fin de semana escuché por primera vez en esta temporada otoño-invierno el singular reclamo del petirrojo (tan común por esta parte de Málaga durante estas fechas invernales. De hecho, entre el fin de semana y hoy he escuchado varios desde la zona del carril de la Pimienta hasta aquí, casama). Ya los empezaba a echar de menos. Sin embargo, por mucho que los haya escuchado, ni les he visto el pelo, perdón, las plumas.
Por otro lado, los variados reclamos y cantos de los páridos (herrerillos y carboneros comunes) ya han empezado a llenar los jardines de la urbanización hasta el punto de que hoy he visto cuatro carboneros juntos. Tanto estos últimos como los herrerillos se posan en un árbol (que tendré que identificar algún día) que está enfrente de la ventana del cuarto en el que estudio. De esta forma, cada vez que se posan en ese árbol, me distraen, aunque estoy empezando a conseguir contenerme y a no levantar la vista durante demasiado tiempo, ¡pero son tan simpáticos y preciosos!
Por otro lado, hoy he escuchado un estornino negro que imitaba muy bien a la oropéndola europea (Oriolus oriolus), aunque se supone que los estorninos no se mueven de estos lares. Sin embargo, con lo que me ha sorprendido ha sido con la perfectísima imitación de un cernícalo vulgar y de, atención que vienen curvas, ¡un objeto metálico y que vibre bastante golpeando contra algo (un típico sonido de obra)!
Asombroso: me he quedado sin palabras.
Nada más. Seguirá informando, dall_darwin.